Los golpistas presos en Lledoners disfrutan de flexibilidad horaria para sus visitas y actividades
Los presos golpistas catalanes encarcelados en la prisión barcelonesa de Lledoners disfrutan de «flexibilidad horaria» en sus visitas y actividades respecto al resto de los reos.
Los 7 políticos independentistas en prisión preventiva procesados por delito de rebelión fueron trasladados a Lledoners el pasado mes de julio. Se trata del exvicepresidente catalán, Oriol Junqueras; los exconsellers Raül Romeva, Jordi Turull, Joaquim Forn y Josep Rull; el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart; y el expresidente de ANC, Jordi Sánchez.
Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, los presos independentistas gozan de una «flexibilidad» y «laxitud» en sus horarios. Este «privilegio» aun siendo legal, es discriminatorio para el resto de encarcelados en esta prisión barcelonesa a los que se controla el tiempo con total rigurosidad.
Los golpistas disfrutan de dicha «flexibilidad horaria» durante prácticamente todo el día. Es decir, disponen de más minutos que el resto para sus visitas, sus comunicaciones en el locutorio o sus actividades lúdicas en prisión o su estancia en el patio. Para disimular este trato de favor, «los reos que comparten su tiempo con los políticos independentistas también están siendo beneficiados con esa flexibilidad horaria» apuntan.
Las mismas fuentes precisan que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de Cataluña «sería la responsable» de que en la cárcel de Lledoners se «facilite» la vida en prisión de estos dirigentes presos. Una forma, sería esos minutos extra de los que disponen respecto al resto. Otras fuentes consultadas no aprecian dicha «flexibilidad horaria» en exclusiva con los presos independentistas señalando que también se aplica con los demás reos.
En el módulo 2 de Lledoners, los 7 políticos catalanes duermen en celdas individuales y comparten espacio con reos que no han cometido delitos de sangre, es decir, de violencia. Hay condenados por estafas, incidentes de tráfico o robos. Oriol Junqueras,Raül Romeva, Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez se levantan a las 7:45 de la mañana en el módulo 2 de Lledoners junto a otros 90 presos, a esa hora se realiza el primer recuento. A las 8:00 bajan al patio y a las 8:30 los que no tienen cargo que desempeñar en el módulo se van a desayunar.
Después realizan actividades de 9:00 a 11:00 o de 11:00 a 13:00 horas. A las 13:15 comen, a las 14:00 suben a la celda y a las 14:30 se hace el segundo recuento. El preso que no tiene actividades no baja al patio hasta las 16:30 horas, mientras el resto realizan dichas actividades de 15:00 a 17:00 o de 17:00 a 19:00 horas.
La cena es a las 20:00 y a las 20:45 vuelven a la celda donde se efectúa el tercer recuento a las 21:30. Finalmente, se acuestan hasta el día siguiente. Lledoners es considerada una prisión “moderna y amable” y fue inaugurada hace 10 años. En la actualidad, acoge algo menos de 700 presos, aunque tiene capacidad para un total de 929 reclusos.
El departamento de visitas «colapsado»
Tal y como desvelaba OKDIARIO, los 7 presos golpistas catalanes no sólo disfrutarían supuestamente de esta «flexibilidad horaria», ya que han “colapsado” el departamento de Comunicaciones del centro penitenciario donde se reciben las visitas.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias de Cataluña que encabeza Amand Calderó “reforzaba” con una decena de interinos el departamento de Comunicaciones tras la llegada de los políticos catalanes a la prisión. No obstante, dichos empleados “apenas tienen experiencia”.
Cada vez que un preso recibe visita, se activa un protocolo de seguridad para trasladar al reo a la sala donde tiene lugar el encuentro. Sin embargo, pese al refuerzo de personal que ha recibido la prisión barcelonesa, el departamento de Comunicaciones de Lledoners “está colapsado” y los funcionarios de prisiones no dan abasto para gestionar las innumerables visitas de Junqueras, Romeva, Rull, Turull, Forn, Cuixart y Sànchez.
La estrategia de los presos golpistas “no supone una ilegalidad”, sí provoca “un agravio comparativo grave con el resto”, ya que están “retorciendo el reglamento”. Incluso hasta los propios 7 presos golpistas se estarían “saturando” de dichas visitas, renunciando a algunas.
Desde su traslado, han sido visitados por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra; el lehendakari, Iñigo Urkullu; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; o varios líderes sindicales de la Comunidad Autónoma y de otros partidos políticos como la CUP.